Quiero ser feliz.

Y llega ese momento en el que piensas: quiero ser feliz. Y das todo de tu parte, te distraes con tus amigos, haciendo cosas, con tu familia; haces lo imposible por no pensar en esas cosas que te atormentan, y cuando parece que estás apunto de conseguirlo...PLOF, viene lo más inesperado y empiezas una caída libre y sin frenos.

La verdad me gustaría ser feliz, echo de menos calentarme la cabeza por no saber que me voy a poner al día siguiente... echo de menos pasar un buen rato con mis amigas sin necesidad de pensar... echo de menos que me entren esas ganas de bailar cuando escucho una canción que me gusta... en definitiva, echo de menos ser feliz.

Mi problema, y seguramente el de muchos, es que se muy bien la teoría, lo que tengo que hacer y lo que no, pero a la hora de empezar la practica cometo miles de fallos.

Y estoy harta. Se acabo el estar en mi casa encerrada. Se acabo el pensar en gente que ni si quiera se lo merece. Es hora de salir a la calle y decir: AQUÍ ESTOY YO, de mostrarle al mundo una sonrisa, de salir con mis amigos y bailar hasta que mis pies no aguanten y me caiga al suelo, pero eso si, riendo sin parar...

Voy a intentar ser fuerte y afrontar cada derrota como una lección para no cometer más el mismo error, hasta que llegue el punto en el que en vez de una derrota se convierta en una victoria, cuyo premio es: SER FELIZ.

No digo que sea fácil, ni que lo vaya a conseguir a la primera de cambio, pero nunca podre decir que no lo he intentado.