Disculpame por favor

No hay manera de describir la tristeza que se ha apoderado de mi persona
desde que viera tu sonrisa declinar para ser reemplazada por la tristeza,
mis errores me atormentan una y otra vez
recordándome que me he equivocado con una persona
que no ha hecho más que brindarme un sinfín de alegrías.

Cada lágrima que se desliza por tus mejillas es una tortura para mí
no encuentro descanso alguno desde aquel momento amargo,
busco incansablemente llevar a cabo una acción
que sea capaz de devolverte la felicidad e iluminar tu rostro
que para mí es la imagen más querida.

Tantas sombras opa cando mi existencia con su oscuridad
manteniendo me en vilo y a la espera de tu resolución
estás matándome lentamente sin ser realmente consciente de ello
no hay mayor deseo que arda en mi interior,
que el de observar como tus tristezas se desvanecen.

Si encuentras perdón alguno dentro de la pena que te embarga
y decides inclinar de nuevo tu mirada hacia mi corazón
ni siquiera las palabras serán suficientes para poder describir mi gratitud
ni la dicha que me embargará nuevamente
al ser consciente de que he recuperado el calor del sentimiento.

Brindarme esa sensación por lo que más desees
déjame volver a sentir el calor de tus mejillas en la palma de mis manos
y la suavidad de tus labios al fundirse contra los míos
pues no encontraré sentido alguno para continuar con mi camino
si este se encuentra faltan te de ti.